domingo, 25 de mayo de 2014


RELATORIA # 1



Diego Apolinar

Parece ser que en definitiva a las personas provenientes de familias o comunidades de escasos recursos seguirán viviendo un gran tormento para poder adquirir o valerse de grandes oportunidades en la vida diaria. Quizá no se debe decir un adiós a los sueños e ideales, pero lo que sí es seguro es que habrá mucho trabajo, probablemente en cantidad doble. Ello acorde a los resultados que arrojaron los estudios y pruebas realizadas a los más de doscientos niños y niñas en el pueblo de Miguel de Tucumán en argentina, en donde se demostró que los pertenecientes a estratos sociales más altos poseen un mejor desarrollo y condición cognitiva en comparación con aquellos de estratos bajo.

Todo ser humano como es sabido cumple un proceso natural conocido como el ciclo de la vida, este puede verse beneficiado acorde a la estimulación de ciertos factores en las diversas áreas dentro de nuestro organismo. Uno de eso factores es la nutrición, en condición apropiada por supuesto. Recordando la importancia que tiene este y todos los factores en la primera infancia, siendo una etapa determinante para el humano.


La influencia sin duda alguna entra a formar parte de aquellos elementos que nos permite concebir un mejor proceso de desarrollo. La prueba se encuentra en un breve análisis del tipo de padres que tiene cada menor según su clase socio-económica. En el caso de los niños de clase social alta se encuentran padres con grandes salarios, ello producto de estudios superiores y complementarios. Lo que significa un amplio conocimiento de las cosas y un léxico avanzado. Juzgar la influencia sobre sus hijos es tarea fácil. Allí se evidencia el conocimiento mejor articulado. En el caso de padres de clase social baja los estilos de empleo no poseen una estabilidad y requieren de una rutina cuyo conocimiento no tiene la necesidad de ser complementado de manera seguida como el de los padres de clase opuesta. Zapateros, panaderos y vendedores ambulantes son algunos nombres de empleos que aquí se evidencian. De este modo aunque la influencia que ejercerán sobre su hijo tendrá beneficios, sin miedo a equivocaciones se puede decir que no brindara los conocimientos requeridos para competir en grandes negocios que un buen círculo social de mercantilismo posee. Recordando el agravante de que en este estrato más que ningún otro abunda el sentido común. (Opuesto al científico)

Tres bloques conllevan según el autor Luria los procesos cognitivos y la actividad mental en los menores. El primero el bloque de la activación, el cual es responsable de mantener la atención. Como segundo bloque aparece el Input el cual se encarga de la recepción de la información y su respectiva codificación. Finalmente aparece el bloque de programación que lleva consigo la tarea de programación y regulación de la actividad mental. Importante tenerlo en cuenta, como también aquella desventaja que crecerá entre los diferentes niños y sus oportunidades en un futuro en el cual algunos no se verán tan beneficiados.


Realmente poco conocimiento abunda para muchos con relación a las pruebas mostradas por el autor, pero lo que en ellas se definen es la diferencia existente entre el nivel cognitivo de los niños pertenecientes a los polos opuestos de los estratos sociales existentes. La gran pregunta es ¿Que haremos? ¿Cómo haremos para igual el nivel de oportunidades para los futuros hombres y mujeres del mañana? ¿La respuesta será la buena estimulación? O quizá ¿Conseguirle mejores empleos a los padres de niños de condición socio-económica baja? ¿Ayudara acaso una mejor nutrición? No podría ser dada aquí una respuesta precisa, ello por falta de precisión en el conocimiento concerniente al tema, pero si empezamos con algo ahora quizá se puedan lograr mejores cosas en un futuro.






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