ORIGEN, TEORÍA Y REALIDAD
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Escrito por Diego Apolinar
Todos los días alrededor del planeta tierra ubicado dentro de la galaxia Vía Láctea (por si alguien no lo sabe), se despiertan alrededor de 8.000 millones de personas, las cuales sin excepción o distinción alguna interactúan en múltiples encuentros con sus semejantes de especie, donde las ideas, deseos y pensamientos son puestos a escena a través de una gran cantidad de palabras, cantidad difícil de determinar pues varía según cultura.
Todos los días alrededor del planeta tierra ubicado dentro de la galaxia Vía Láctea (por si alguien no lo sabe), se despiertan alrededor de 8.000 millones de personas, las cuales sin excepción o distinción alguna interactúan en múltiples encuentros con sus semejantes de especie, donde las ideas, deseos y pensamientos son puestos a escena a través de una gran cantidad de palabras, cantidad difícil de determinar pues varía según cultura.
Pero
no es de números de lo cual en este escrito se pretende hablar, sino de otra
apreciación. Esta referente al lenguaje, que siendo bastante utilizado por
todos los “animales superiores”, no se tiene presente por ellos ni historia,
teorías o nociones referentes a él. Grandes vagones de información posee el
tópico de la lengua y el pensamiento, solo basta con dar un clic en la barra de
espacio del buscador google o Yahoo, además de extensas referencias de famosas
y antiguas bibliotecas. Pero en conciencia viva no se evidencia todos estos
factores en nuestras mentes.
Las
teorías comunes hablan del ser humano como un animal evolucionado cuyo eslabón
de comprobación aún no se halla (valga la aclaración). Su evolución lingüística
se da al parecer a partir de las necesidades de estos ante las diferentes
circunstancias que lo exigían. Así como del mismo modo se habla del desarrollo
anatómico de nuestro cuerpo.
Por
otro lado la gran incógnita se hace presente en el origen del lenguaje. Solo
una persona con coeficiente intelectual de 0.0 no se daría cuenta de los
innumerables idiomas y lenguas existentes en la tierra, por supuesto este tipo
de coeficiente no se registra aun. Como tal no se determina un inicio de todas
ellas, pero para muchos científicos y pensadores el pensar en una lengua materna
suena como algo poco probable de existencia, por lo menos hasta el día de hoy,
de lo cual nacen algunas burlas hacia quienes creemos en la teoría de la lengua
que DIOS nos dio en común. Lo que si de
cierto modo se sienta como comprobable es la posibilidad de las “lenguas
maternas”, término en plural que se supone enriquece de un modo más real la
teoría del lenguaje, pero que en si no termina de arrojar un claro iniciar de
este. En esta concepción se pone de ejemplo aquellas lenguas de las cuales otras
surgen, como por ejemplo el latín, una lengua antigua de la cual surgen el
portugués, francés y español.


En
el estudio de este tema claramente se pueden hallar otras tendencias o
apreciaciones como la comparación del lenguaje y pensamiento, con el popular dicho
más bien pregunta que dice “¿Qué fue primero el huevo o la gallina? Dejándose
muy en claro como el pensamiento en definitiva cumple un proceso bien sea de
percepción o recepción en diferentes situaciones dando paso a lo que sería la
expresión verbal o por lo menos a través de códigos lingüísticos. Lo último
dicho con el fin de hacer inclusión a la lengua sin expresión como es la de los
sordos, quienes nos podemos olvidar hacen parte de la sociedad en la que
habitamos y con quien sin saber ninguna seña exacta nos podemos comunicar en
ocasiones de manera casi perfecta curioso, ¿No?
He
aquí la necesidad de centrar el escrito o más bien de cerrar si de brevedad se
pretende expresar, en algo que cautiva la curiosidad de hasta el más genio.
Como existiendo cualquier cantidad de lenguas e idiomas, muchos de ellos con
grandes niveles de diferencia entre sí, no representan en lo absoluto una
barrera en la comunicación entre los seres humanos. Fascinante resulta ver el
hecho de cómo expresar nuestras se
vuelve una tarea lograble y como diversas herramientas de interrelación se dan
aun con las grandes divergencias existentes. Ello me lleva a pensar en algo y
es en el amor de DIOS.
Siendo
hijos de Dios y poseyendo diferencias claras, el código con el que venimos
arraigados llámese genético o espiritual, nos une a todos. Sus huellas como
creador en nuestro ser, al igual que facultades que nos hacen similares a Él.
Aun cuando especies animales poseen grandes capacidades y similitudes ninguna
puede comunicarse de manera clara como lo hace el ser humano, en el caso más
sorprendente nunca se verá al loro tratando de establecer vínculos reales con
el zorrillo, o a la tortuga con el perro. ¿Alguien lo ha visto? Porque yo no.
En nuestro caso, como humanos dotados de grandes capacidades no sucede lo
mismo. Ser de África y Europa aunque representa una dificultad a la hora de la
comunicación, definitivamente no representa un impedimento. Ello lo resumo a
una sola cosa y es nuestra hermandad delegada por parte de Dios.
A
veces nos resulta fácil usar los medios y tomar provecho de las cosas, esto de
hecho no tiene nada de malo, lo único es que se tornaría mejor la situación si
se tuviera presenta que cada cosa tiene su tiempo, historia, características,
teorías, estudios y orígenes a determinar. Si me preguntas a mi Diego Apolinar
estudiante de licenciatura en pedagogía infantil respecto a esto. “Hey Diego.
Do you know what origin of language?” Responderia, “I think it came from GOD”,
en español viene de DIOS.
Cibergrafia
Lenguaje y pensamiento/
Psicopedagogia.com
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